En los jóvenes está la fuerza y el valor para impusar los procesos de cambios que espera la sociedad. Porque las energías, los deseos de superación, unido a las faltas de oportunidades, el desprecio y abandono de las cúpulas gubernamentales sirve de detonante para que estos se lancen en busca de un mejor destino. El día de la juventud los encuentra con más desempleo, pobreza, falta de vivienda. Son los chivos expiatorios acusados de ser los protagonistas de la delincuencia, del narco y la violencia. Sin embargo simplemente son la carnada, son las víctimas en las calles, son los que claman por el cumplimiento de promesas, son los que yacen en una sociedad aparentemente secuestrada por los corruptos y vendepatrias que nos mal representan.
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