NARCO EN OCOA

Cualquier ciudadano Ocoeño, desde el pastor de la iglesia, el alcalde pedáneo o el líder de la junta de vecinos, se sabe los puntos donde se distribuye y consume la droga.
También cono al dedillo quiénes, cuándo y dónde se cobra peaje para que el mercado funcione. Pero las autoridades que el pueblo le paga con el sudor de su frente para que velen por su seguridad, nunca conocen de esta situación.
Nuestro pueblo es tan sabio, que no pierrde su tiempo informando de esto a las autoridades, poruqe sabe muy bien que las relaciones entre ratas siempre son armoniosas.
Un negocio del que se benefician mansos y cimarrones.

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