La destitución del jefe de la PN, fuerzas Armadas y retiro de generales no resuelve mucha cosa. Hay docenas de agentes vinculados a las redes de los narcotraficantes Quirino y Figueroa Agosto actuando impunemente. También hay que procesarlos en los tribunales, sobretodo el criminal Guillermo Guzmán Fermín, por el asesinato de cientos de ciudadanos en los "intercambios de disparo".
Presidente, si en verdad quiere liberarnos del narco-estado en que estamos metidos, debe iniciar una reforma amplia y profunda en la policía, DNCD y demás cuerpos de seguridad. Si usted quiere reelegirse, sin derrochar los recursos del pueblo, propicie la limpieza de estos órganos del Estado y facilite el ascenso de hombres y mujeres honestos al frente de estas instituciones, o tendremos una sociedad ingorbernable e invisible.
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