Al pueblo le gustaría que estas discusiones y disputas judiciales se dieran con mucha fuerza, pero por el sacrificio de servirle a la comunidad y no con el afán de seguir derrochando los recursos a favor de grupúsculos de tres partidos insaciables y corruptos, los cuales debieran ser destinados a la realización de obras en beneficio de las comunidades.
Mientras el pueblo continúe desconociendo los derechos que le corresponde seguirán estos haciendo de las suyas, justificando lo injustificable. Presentando informes de obras millonarias, muchas de las cuales pueden ser realizadas con la mitad del presupuesto que ellos dicen emplear.
Mientras tanto, las comunidades siguen con sus arroyos y cañadas, barrancos, puentes, derrumbes, hoyos, calles, aceras, contenes y problemas de alumbrado público, cada vez más deficientes y abandonados a su suerte.
Todos tenemos derecho, por ley, a saber qué reciben y en qué gastan las autoridades los recursos que les llegan en nombre de nosotros. A propósito,
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